Los derechos humanos son una gran verdad y una gran mentira

No es difícil advertir que con el paso del tiempo han terminado siendo (los derechos humanos) un elemento sobre el que unos sostienen lo contrario que otros, un ornamento confuso y devaluado, una fe formalista. (…) Son parte de las idas y venidas, de los tiras y aflojas de la política internacional, de las cloacas de los organismos internacionales, de los juegos de poder de grupos de presión ideológicos y económicos.